viernes, 21 de octubre de 2016

Tribuna Libre: Los Históricos 85


Mucho se ha ironizado en torno a la valoración de Pedro Sánchez sobre el resultado histórico de los 85 diputados tras el 26J. Resulta que ahora, quienes más le criticaron, dentro de su partido, le están dando la razón: salvar los 85, por encima de todo, es el único objetivo de la dirección actual del PSOE, un objetivo exclusivamente partidista que tratan de ocultar tras un supuesto interés “por España”. Pero que no nos engañen.
Lo peor es que se engañan a sí mismos. Tras le investidura de Rajoy, gracias a la abstención del PSOE, éste quedará incapacitado para ejercer una oposición real y efectiva. Podrá hacer amagos, de cara a la galería, pero, en las cuestiones que Rajoy considere “fundamentales” para llevar a cabo su política de recortes y de sumisión a los poderes ocultos europeos, si el Presidente no recibe el apoyo socialista, está claro que amenazará con convocar elecciones, las terceras, a los seis meses, un año o dos, y los socialistas serán los culpables. Los futuros chantajes están servidos. Y, la única forma de mantener los “históricos 85” será ceder, y ceder, y ceder... Mantener los 85, como mucho, lo podrá hacer durante los próximos cuatro años. ¿Y después? Y eso, si Rajoy, que, de una u otra manera, tiene en su mano agravar la crisis socialista, es benevolente o, mejor, si actúa como un astuto y fiel defensor del bipartidismo (que tanto interesa a los poderes ocultos). ¿Qué seguridad tienen los defensores de la abstención socialista de que ésta no va a contribuir a su debacle?.
Aunque parezca sorprendente, está en manos del PSOE hacer que su crisis termine. Le llevará tiempo, está claro, pero puede hacerlo. Sólo tiene que aplicarse la misma medicina que defendía para que el PP se regenerase: después de votar NO, pasar a la oposición, aún a riesgo de perder más diputados, en unas nuevas elecciones, y recapacitar. Reconocer que la cuesta abajo del partido no se debe sólo a Pedro Sánchez, sino que el declive es el resultado de toda una trayectoria, de la que el principal responsable es Felipe Gónzalez (por personificar en el líder con más influencia dentro del partido) y toda su línea política llena de demagogias, incoherencias y compromisos con los poderes ocultos, materializados en los Pactos de la Moncloa, la entrada en la OTAN, las negociaciones para la entrada en Europa, las reconversiones industriales, la Ley Corcuera, las reformas laborales y las políticas fiscales, claramente regresivas, y de las cuales pretende ser heredera universal Susana Díaz.
El PSOE necesita de una verdadera catársis, “una purificación, liberación o transformación interior, suscitadas por una experiencia vital profunda, incluida la expulsión espontánea o provocada de sustancias (no personas) nocivas al organismo”. Expulsar a personas no, pero sí ponerlas en cuarentena, a ellas y a lo que representan. Ahora mismo, el Comité Federal, como mínimo, si persiste su mayoría en facilitar la investidura de Rajoy, debería obligar a los 20 diputados andaluces a ser ellos quienes asuman, en exclusiva, la responsabilidad de abstenerse ante Rajoy. Sé que no se puede constitucionalmente obligar a cada diputado votar en un sentido u otro, pero para eso está la tan cacareada “disciplina de voto” dentro del partido, ¿no?.
Lamento centrarme tanto en lo que el PSOE deba o no hacer, aunque sea el propio PSOE el que ha decidido, mal que le pese, ponerse en el centro del debate. Y lo lamento porque el PSOE ha suscitado tradicionalmente, en torno a sí, muchas ilusiones y la situación a que ha llegado está creando mucha confusión, cuando no, una clara frustración en mucha gente sencilla.

José María Grúber 13638898J

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